En el contexto de la arquitectura y construcción, una fachada se refiere a uno de los lados exteriores de un edificio, usualmente el frontal. Sin embargo, en un sentido más amplio, el término "fachada" puede hacer referencia a cualquier lado exterior de un edificio, incluidos los laterales y la parte trasera.
Está diseñada no sólo desde un punto de vista estético, sino también funcional, ya que puede ofrecer protección contra el clima, aislamiento y otros factores que afectan el confort y la seguridad de un edificio.
De cara a una buena eficiencia energética, es importante escoger de manera adecuada en función de las necesidades y características del edificio.
Las ventanas son aberturas en las paredes, techos o puertas de un edificio que permiten la entrada de luz y, si son operables, también permiten la ventilación. Están compuestas por marcos y acristalamientos, y en función de su diseño, materiales y construcción, las ventanas pueden variar en términos de aislamiento térmico, aislamiento acústico, y otros factores.
Las azoteas y cubiertas juegan un papel fundamental en la protección y estética de cualquier edificio. No solo actúan como un escudo contra las adversidades climáticas, sino que también, con el diseño y los materiales adecuados, pueden convertirse en espacios agradables y eficientes desde el punto de vista energético.
La cubierta es una estructura diseñada principalmente para proteger el interior de un edificio de las condiciones exteriores, como la lluvia, el sol, el viento y otros factores ambientales.
Una azotea se refiere específicamente a una cubierta plana o ligeramente inclinada en la parte superior de un edificio. Por lo general, es transitable, lo que significa que las personas pueden caminar sobre ella.