Menor y mejor consumo

El consumo energético de los edificios es la principal fuente de contaminación de las ciudades. Más de la mitad del parque de edificios español tiene más de 40 años, época carente de reglamentación sobre condiciones térmicas y energéticas. La energía más limpia es la que no hace falta generar. Desde esta premisa, es momento de alinearse hacia la eficiencia: producir y mantener la energía con el menor consumo de recursos posible. Ganemos en eficiencia y confort a través de un cambio de mentalidad. Ahora, más que nunca, hay motivos para pasar a la acción.